
¿Cuándo recuerdas tu primer contacto con la competición?
A los 14 años fue la primera vez que me subí a un kart, y a los 15 ya hice mi primera competición. Pero fue por mi padre por quien conocí este mundo. Él corría rallyes y alguna subida, y estaba intentando que yo me enganchara también. Al principio yo no le hacía mucho caso, recuerdo incluso que tiraba por las escaleras todos los coches de scalextric que tenía, pero cuando me monté en el kart, cambié de opinión casi al instante.
Entonces, había antecedentes de pilotos en la familia...
Sí, claro, mi padre estuvo muchos años corriendo con un 600 en rallyes regionales de tierra y asfalto, éste que todavía conservamos por aquí. Una de las cosas que más recuerdo de la época aquella son sus discusiones con mi madre, que le decía, ¡deja ya de correr, ahora tienes un hijo...!
¿A qué nivel empezaste a competir?
En karting estuve desde los 15 a los 18 años, donde estuve en numerosos campeonatos regionales y nacionales. Pasé por el Campeonato de Castilla-La Mancha en 1999, donde fui subcampeón, y al año siguiente hice el Catalán, acabando quinto absoluto. Fue en 2002 cuando logré ganar el Campeonato de Madrid, en la categoría Inter-A, lo máximo que conseguí en el karting.
Antes de empezar a correr en rallyes, ¿tuviste alguna experiencia más en competición?
Nunca he parado desde que me subí al kart por primera vez. Después del karting estuve probando varias cosas, el Trofeo Race, la Saxo Cup..., hasta que decidí apuntarme al Reto Ka. Tuve la suerte de salir elegido como primer suplente, lo que me daba derecho a pilotar el Focus ST de coche 0 en un par de rallyes del Nacional de Tierra.
A partir de ahí, decidiste seguir en los rallyes...
De los circuitos me llevé una mala experiencia, porque siempre había alguien que te fastidiaba un día bueno. Los roces y golpes eran muy habituales, y a mí no me iba eso. En los años siguientes, 2003 y 2004, estuve corriendo con un Fiat Punto, primero en la que llamaron zona Sur, y después en la que abarcaba todo el territorio nacional. Fui campeón Júnior, y eso me dio derecho a ser piloto semioficial con uno de los Fiat Stilo del equipo durante el año 2005. A partir de ahí, siempre fui con el Peugeot 206 GTi que le compramos a Quique García Ojeda, gracias al apoyo del Ayuntamiento de Navalcarnero. Me di cuenta que todos los pilotos pagan por correr, de una u otra forma, y sólo si llegas a ser oficial al 100% puedes conseguir que te paguen por ello. Te planteas muchas cosas cuando gastas tanto dinero en algo que finalmente sólo te reportará un título, en el mejor de los casos. De esa manera lo mejor es ir a tu nivel, con tu equipo, al que puedas pagar sin malgastar innecesariamente.
Con ese coche, el 206 GTi, ¿tuvisteis muchos problemas cuando lo comprasteis?
El primer año terminamos dos de las ocho carreras, el coche se rompía por todos los sitios, bujes, motor, correas... sobre todo porque no estaba revisado en condiciones. En verano de ese primer año, aprovechando el intermedio, lo desmontamos por completo y lo hicimos completamente nuevo. Descubrimos que se doblaban las válvulas, porque la correa de la distribución no estaba bien colocada. Al año siguiente ya pudimos hacer carreras de verdad, incluso compitiendo con Ojeda. Rompimos el cambio, pero compramos uno nuevo y no volvimos a romper más. En el último rallye, el de Madrid, terminamos por romper el motor, que ya estaba al límite de su vida, sacando una biela por un costado. Este año ha ido todo perfecto desde el inicio, salvo los pequeños sustos de pilotaje, que son normales cuando vas jugándote la victoria.
¿Nos puedes hacer un resumen de la temporada?
En el primer rallye, el de Pozoblanco, no tuvimos ningún problema, pero en un rasante del tramo C1 nos salimos del camino, rompiendo una cerca de pinchos y perdiendo 10", pero al final ganamos. El segundo rallye fue en casa, en Navalcarnero. Estábamos primeros con un colchón de 30 segundos respecto a Monarri, y en el tramo B2 nos quedamos atrancados en el barro, perdiendo 45 minutos. Corriendo mucho después pudimos acabar cuartos. En Salamanca empezamos con problemas desde el primer tramo, quedándonos en 3 cilindros durante 4 tramos. Fue otro rallye en el que tocó correr por la tarde, para acabar segundos. El viaje a las islas fue provechoso, teníamos que hacer dos segundos, pero el primer día chocamos con un túnel, rompiendo el puente trasero y una pinza de freno trasera izquierda, y pasando muchos apuros terminamos en 3ª posición. Se nos dio mucho mejor el domingo, que ganamos el rallye con 40 segundos respecto a Climent Domingo, y eso nos puso el campeonato de cara. El Rallye de León fue el determinante. Salimos con la calculadora, porque con hacer un 4º puesto ya seríamos campeones. Cuando terminó el último tramo éramos cuartos, se cumplió el sueño; fuimos campeones de España.
¿Quiénes forman tu equipo?
Mi copiloto Víctor Ferrero, que está conmigo desde 2005, cuando íbamos con el Fiat Stilo. Tenemos una asistencia que puede estar formada por dos, tres o cuatro mecánicos, según las circunstancias. Ángel Sánchez, que fue uno de mis primeros copilotos, José María Cano de Davacar, Miguel Dutor, Jorge Díaz Sánchez y, por supuesto, mi padre.
Este año has sido campeón de España, pero cuéntanos a quién te has enfrentado y cómo ha sido tu relación con ellos.
En los rallyes casi todo el mundo se lleva bien, no es lo mismo que en los circuitos, donde siempre hay roces con algún contrario con diferentes puntos de vista. Aquí cada uno sale a ganar sus tramos y después nos vemos para comparar los tiempos y comentar algo sobre el terreno. De los pilotos con los que más me he peleado este año destacaría a Eduardo Valdés, el chileno que no se complica mucho la vida y va muy rápido y fino. A Alberto Monarri, que es un piloto rapidísimo, aunque también es cierto que lleva un coche mejor de lo que parece. Y sobre todo a Climent Domingo, al que me parece que le falta un poco de agresividad y arrojo en ciertos momentos, pero que está ahí por méritos propios.
¿Qué esperas que te dé el título que has conseguido?
Soy consciente de que todo está muy difícil y el dinero escasea. Espero que me abra algunas puertas para poder conseguir más fácilmente el apoyo de los patrocinadores. Intentaré conseguir el presupuesto para correr con un 4x4, pero tengo claro que el puesto a Sordo no se lo voy a quitar. Estamos hablando con algunas personas que nos pueden aconsejar para lograr nuestros objetivos, que no serán muy altos, y bien presentados por alguien con experiencia los puedo conseguir. Al menos, ya podemos ofrecer a un posible patrocinador que soy campeón de España.
Entonces, ¿te volveremos a ver el año que viene en los rallyes de tierra?
Mi idea es completar el presupuesto que nos pueda facilitar un programa con un Mitsubishi Evo X. En principio quería participar en el Trofeo de Producción, que me parece bastante interesante, y donde se puede competir en asfalto y tierra con un presupuesto muy limitado. No me veo repitiendo con el 206, a no ser que fuera en el rallye de mi pueblo, Navalcarnero.
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